Cuando se trata de rutinas de cuidado de la piel, es seguro decir que no existe una "talla única" y en este artículo, describiremos cómo puede crear su propia rutina de cuidado de la piel desde cero que se adapte a las necesidades de su piel.
RUTINA DE CUIDADO DE LA PIEL Y SUS BENEFICIOS
Las investigaciones muestran que lo siguiente
consecuentemente
Una rutina diaria de cuidado de la piel puede tener un impacto significativo a largo plazo en la calidad general de nuestra piel, ayudando a restaurar y mantener su salud y belleza a lo largo del tiempo [1]. Para ello, simplemente necesitamos seleccionar productos eficaces que cubran las necesidades básicas de cuidado de la piel (protección, prevención, limpieza e hidratación), según nuestro tipo de piel y las necesidades específicas [1].
TIPO DE PIEL VS. PROBLEMA DE LA PIEL
Para crear tu rutina de cuidado de la piel ideal, primero necesitas saber cuál es tu tipo de piel:
- Aceitoso
- Combinación (zona T grasa con otras zonas secas)
- Propenso al acné
- Seco o sensible
- Normal
¿Y qué problema de la piel quieres abordar?
- Arrugas y líneas finas
- Acné
- Tono de piel desigual
- Piel sensible o seca
LOS 3 IMPRESCINDIBLES PARA EL CUIDADO DE LA PIEL
Independientemente de su tipo de piel o preocupación por su rutina de cuidado de la piel
SIEMPRE
Debe incluir tres pasos básicos para empezar:
1.
Limpieza
2.
Hidratante
3.
Protección solar
Vamos a profundizar en cada paso para guiarte en el proceso.
Cómo elegir
El perfecto para ti
tipo de piel
:
1.
LIMPIEZA
Lavarse la cara es
siempre el primer paso
de cualquier rutina de cuidado de la piel. Por lo general, un buen limpiador cumplirá su función.
Sin dejar la piel seca, tirante e irritada.
, así que tenlo en cuenta cuando pruebes tu nuevo producto.
La elección del limpiador adecuado puede depender de tu tipo de piel, pero como sugerencia personal para cualquier principiante, recomendaría
Comenzando con un limpiador suave
Para elegir el perfecto para tus necesidades, aquí tienes una guía general:
TIPO DE PIEL |
FORMATO LIMPIADOR |
¿POR QUÉ? |
Piel grasa/mixta/con tendencia al acné |
Limpiador espumoso ligero o limpiador en gel | Incluso si tienes piel con tendencia grasa, un limpiador suave, espumoso o en gel puede eliminar el exceso de grasa sin despojar a tu piel de sus aceites naturales.
La espuma no es sinónimo de eficacia; un limpiador puede hacer su trabajo sin formar espuma. |
Seco/Sensible |
Limpiador en crema/loción | Desea que su piel se sienta hidratada después de un paso de limpieza suave, para proteger su barrera cutánea. |
Normal |
Limpiador en gel o limpiador en crema/loción | Limpia tu rostro de forma suave pero efectiva, dejando tu piel fresca e hidratada. |
Todo tipo de piel |
Agua micelar o limpiador en aceite |
¿Quieres quitarte el maquillaje? Estas son excelentes alternativas como primer paso de una rutina de doble limpieza. Después de desmaquillarte, puedes usar el limpiador que elijas según tu tipo de piel para eliminar cualquier residuo de maquillaje o limpiador en aceite. |
2.
HIDRATANTE
Una vez que te lavas la cara, el siguiente paso es hidratarla. Las cremas hidratantes aumentan la hidratación de la piel y ayudan a reducir la pérdida de agua transepidérmica mediante diferentes mecanismos, mejorando la barrera cutánea, su integridad y su apariencia [2].
Puedes encontrar 3 tipos de humectantes en tus productos:
-
Humectantes:
Proporcionan hidratación al estrato córneo al atraer agua de las capas más profundas de la piel. Algunos ejemplos son la glicerina, el ácido hialurónico, el pantenol, la urea, el propilenglicol y el sorbitol. -
Emolientes:
Reconstruyen los lípidos perdidos en la piel y suavizan y preservan la barrera cutánea. Algunos ejemplos son los aceites vegetales, las ceramidas, el colesterol y el escualeno. -
Oclusivos:
Crean una barrera hidrofóbica en la superficie de la piel capaz de prevenir la pérdida de agua transepidérmica, sellando toda la humedad. Algunos ejemplos son la vaselina, la manteca de karité y de cacao, el aceite mineral, la cera de abejas, la lanolina y la dimeticona.
Según tu tipo de piel aquí te damos una guía para elegir el producto perfecto para ti:
TIPO DE PIEL |
FORMATO HIDRATANTE |
¿POR QUÉ? |
Piel grasa/mixta/con tendencia al acné |
Gel o gel-crema | Los productos en gel están formulados para evitar una sensación grasosa. Busca productos ricos en humectantes. |
Seco |
Crema | Las cremas nutren la piel con diferentes tipos de humectantes. Busca cremas densas ricas en oclusivos y emolientes. |
Sensible |
Lociones (“sin perfume” y para “piel sensible”) | Evite los perfumes, ya que pueden actuar como sensibilizadores. Busque lociones para piel sensible con emolientes (ceramidas o escualano), humectantes (glicerina, ácido hialurónico) e incluso extractos calmantes (aloe vera, avena o manzanilla). |
Normal |
Crema o loción | Pueden proporcionar emolientes, humectantes y oclusivos protectores al mismo tiempo, para mantener la piel funcionando correctamente. |
3.
PROTECCIÓN SOLAR
Los protectores solares son esenciales en cualquier rutina matutina. La radiación UV es el peor enemigo de la piel, responsable no solo del fotoenvejecimiento, sino también del desarrollo de cáncer de piel a largo plazo [3].
Debes proteger tu piel todos los días con
protector solar con un FPS alto (30 o superior)
Para elegir tu protector solar ideal, sigue las mismas pautas que para las cremas hidratantes. Puedes elegir una crema hidratante con FPS adecuada para tu rutina matutina (2 en 1), lo que significa que necesitarás una segunda crema hidratante para la rutina nocturna.
4.
ACTIVOS PARA TRATAR TU PROBLEMA DE PIEL
Hasta este punto, construir una rutina básica de cuidado de la piel utilizando de forma constante tus 3 productos esenciales es más que suficiente.
Sin embargo, si deseas tratar una afección cutánea específica, puedes incorporar un sérum a tu rutina nocturna. Un sérum es un producto ligero a base de agua diseñado para aportar altas concentraciones de ingredientes activos a la piel.
A continuación se ofrece una guía general sobre cómo elegir el suero ideal para usted:
PREOCUPACIÓN DE LA PIEL |
QUÉ BUSCAR |
Arrugas y líneas finas |
Activos que ayudan a construir colágeno: péptidos, vitamina C, niacinamida, retinol* o AHAs* (alfahidroxiácidos, como el ácido glicólico).
También pueden contener antioxidantes para ayudar a combatir los radicales libres implicados en el envejecimiento de la piel. |
Acné |
Activos como el ácido salicílico (también etiquetado como BHA), el ácido azelaico, la niacinamida o el retinol*. |
Tono de piel desigual |
Activos como la vitamina C, ácido azelaico, niacinamida, retinol* o AHAs* (como el ácido kójico). |
Piel seca o sensible |
Puedes beneficiarte de un sérum hidratante sencillo con humectantes y ceramidas, o también buscar productos etiquetados como "calmantes", "alisadores" o "sensibles". Evita las fragancias. |
PRECAUCIÓN*:
- Como principiante, te recomendaría comenzar con los otros ingredientes activos o con la concentración más baja y suave de retinol o AHA (infórmate primero).
- El retinol y los AHA nunca se pueden aplicar juntos.
- El retinol y los AHA pueden producir irritación al principio, por lo que
No puedo aplicarlos todas las noches
. Siga las instrucciones de la etiqueta (normalmente se empieza con una cantidad muy pequeña cada dos noches). - Hacen que tu piel sea sensible a la luz solar, así que lávate bien la cara a la mañana siguiente y aplica protector solar.
RUTINA NOCTURNA VS. RUTINA MATUTINA
Ahora que sabes cómo seleccionar los componentes básicos para adaptar tu rutina de cuidado de la piel, veamos cómo puedes combinarlos para crear tus rutinas nocturnas y matutinas.
Rutina nocturna.
Tu rutina nocturna debe seguir esta secuencia:
1.
Limpiar:
Es esencial eliminar todo el maquillaje, el exceso de grasa, el sudor, los contaminantes, la suciedad y las bacterias atrapadas en el rostro al final del día. Puedes beneficiarte de una "doble limpieza": primero desmaquillarte con agua micelar o un limpiador en aceite y, después, lavarte el rostro y el cuello con tu limpiador.
2.
Tratar*:
Aplica en tu rostro y cuello el serum para tratar tus problemas de piel.
3.
Hidratar:
Después de que el suero se absorba, aplique una cantidad generosa de humectante para sellar todos los ingredientes activos y la humedad en su piel (cara y cuello).
*Si estás empezando a aplicar Retinol o AHAs en tu rutina nocturna:
Sólo en este caso puedes aplicar primero la crema hidratante como tampón, para reducir el potencial de irritación de estos activos si no son bien tolerados por tu piel.
Rutina matutina.
La rutina matutina debe seguir esta secuencia:
1.
Lávate la cara (y el cuello)
Enjuagar completamente con abundante agua. Puede que no sea necesario usar limpiador, así que depende de las necesidades de tu piel.
2.
Hidratar
.
3.
Protección solar:
La aplicación de protector solar (en el rostro y el cuello) siempre debe ser tu máxima prioridad por la mañana y el último paso en tu rutina de cuidado de la piel.
¿Qué tal usar un humectante con FPS (30 o superior)?
En este caso, puedes simplificar tu rutina de cuidado de la piel a 1) lavar y 2) hidratar (+SPF).
LA CONCLUSIÓN
Una rutina de cuidado de la piel efectiva no necesita seguir una larga lista de pasos y productos para funcionar. Un simple limpiador, una crema hidratante y un protector solar pueden hacer maravillas en tu piel, ¡así que mantenlo simple! Adapta siempre tu rutina de cuidado de la piel a tus necesidades y, lo más importante, dale tiempo para ver los resultados reales. Recuerda que tu piel es única y, por lo tanto, tu rutina de cuidado de la piel también debe serlo.
REFERENCIAS
- Rodan, K., Fields, K., Majewski, GP, y Falla, T. (2016). Curso intensivo sobre cuidado de la piel. Cirugía plástica y reconstructiva. Global Open , 4 , e1152. https://doi.org/10.1097/gox.0000000000001152
- Purnamawati, S., Indrastuti, N., Danarti, R. y Saefudin, T. (2017). El papel de los humectantes en el tratamiento de diversos tipos de dermatitis: Una revisión. Medicina Clínica e Investigación , 15 (3–4), 75–87. https://doi.org/10.3121/cmr.2017.1363
- Bosch, RJ, Philips, N., Suárez-Pérez, JA, Juarranz, A., Devmurari, A., Chalensouk-Khaosaat, J., y González, S. (2015). Mecanismos de fotoenvejecimiento y fotocarcinogénesis cutánea, y estrategias fotoprotectoras con fitoquímicos. Antioxidantes , 4 (2), 248–268. https://doi.org/10.3390/antiox4020248