El afeitado es un método común para eliminar el vello no deseado, que se realiza con maquinillas tradicionales, maquinillas de varias hojas o afeitadoras eléctricas. Es importante entender que el afeitado solo elimina el vello superficial. Por lo tanto, puede ser necesario afeitarse con frecuencia en zonas con ciclos de crecimiento cortos o continuos, como las axilas, las ingles o el vello facial masculino. Este método es puramente mecánico y simplemente acorta el vello sin afectar el folículo. Casi cualquier zona del cuerpo es apta para el afeitado.
La decisión de afeitarse o no depende en gran medida de sus preferencias estéticas personales: si prefiere una apariencia cuidada o natural. También tiene en cuenta su preferencia por la reducción del vello a corto o largo plazo, considerando los resultados temporales y más breves del afeitado en comparación con los métodos dirigidos a los folículos, como la depilación láser . Otros factores influyentes incluyen su presupuesto, el tiempo que puede dedicar a la depilación e incluso las preferencias culturales. Sin embargo, es fundamental considerar los posibles efectos adversos del afeitado, como la irritación de la piel, la mayor sensibilidad a la radiación ultravioleta debido a la menor protección tras la depilación y el riesgo de infecciones cutáneas por heridas superficiales que comprometen la barrera cutánea.
Contrariamente a la creencia popular, afeitarse no hace que el vello vuelva a crecer más grueso. El engrosamiento del vello es una respuesta a la exposición a los andrógenos, un resultado natural de la madurez sexual o ciertos estados patológicos. Evite afeitarse en zonas con anomalías cutáneas, como verrugas virales, dermatitis, psoriasis o infecciones virales contagiosas como el molusco contagioso. El cuidado posterior al afeitado debe incluir una hidratación adecuada para mantener y proteger la barrera cutánea, minimizar la irritación y aplicar protector solar. Para determinar el método más eficaz para eliminar el vello no deseado, es recomendable consultar con un dermatólogo.
