Las vitaminas son esenciales para nuestra salud, incluyendo la de nuestra piel. Muchas de ellas no pueden ser producidas por nuestro cuerpo, por lo que necesitamos obtenerlas de fuentes externas, como una dieta saludable. Si bien los alimentos ricos en vitaminas son clave para el funcionamiento de nuestro cuerpo, pueden no ser suficientes para lograr cambios sustanciales en la piel. Por esta razón, los cosméticos ricos en vitaminas pueden brindar un apoyo adicional a tu piel, para que pueda obtener todos los beneficios que las vitaminas pueden ofrecer.
En este artículo, revisaremos las seis vitaminas que puedes encontrar en tus productos de cuidado de la piel, sus efectos respaldados por la ciencia y sus diferentes usos.
1.
VITAMINA A
Los derivados de la vitamina A, conocidos como retinoides, desempeñan un papel fundamental en la lucha contra el envejecimiento cutáneo, además de mejorar el acné y la hiperpigmentación. Entre ellos,
retinol
es el principal derivado autorizado para uso cosmético, mientras que el resto están disponibles sólo bajo prescripción médica.
La vitamina A y su efecto rejuvenecedor.
Los retinoides son reconocidos como el estándar de oro en el cuidado de la piel antienvejecimiento. Se ha demostrado que mejoran las características clínicas de la edad al reducir las arrugas, aumentar la tersura y disminuir la hiperpigmentación [1].
¿Cómo?
Cuando se aplican tópicamente, [1]:
- Mejora la renovación de la piel induciendo la exfoliación de las células muertas en el estrato córneo y la proliferación de nuevas células sanas.
- Aumenta la síntesis de elastina y colágeno y promueve la remodelación de la piel y la formación de nuevos capilares en la dermis, lo que mejora la firmeza, hidratación y elasticidad de la piel.
- Protege el colágeno contra su destrucción inducida por enzimas degradantes (MMP).
La vitamina A unifica el tono de la piel

Los retinoides pueden reducir la decoloración de la piel y su pigmentación en aproximadamente un 60% [1].
¿Cómo?
Influyendo en la función de los melanocitos y en la adecuada distribución de la melanina en la piel, además de bloquear el transporte de melanina a las capas externas de la piel [1].
La vitamina A mejora el acné
Los retinoides también pueden regular la función de las glándulas sebáceas y limitar la producción de grasa [1], ejerciendo efectos anticomedogénicos [2].
¿Cómo?
Regulan el proceso de desprendimiento dentro de los conductos de las glándulas sebáceas, además de disminuir la actividad enzimática de la lipogénesis y bloquear el crecimiento de los sebocitos (también conocidos como células productoras de aceite) [2].
Usos:
Se utiliza principalmente en sueros, cremas y aceites antiedad, tanto para rostro como para ojos. Debe usarse por la noche debido a problemas de fotosensibilidad y requiere la aplicación de protector solar durante el día.
Contras:
Los retinoides pueden irritar la piel, lo que normalmente limita su uso, razón por la cual el retinol se está reemplazando o combinando con su alternativa natural.
bakuchiol.
En los ingredientes enumerados como
Retinol, palmitato de retinilo, retinoato de hidroxipinacolona.
2.
Vitamina B3
La vitamina B3, más conocida como niacinamida, es un componente clave de importantes reacciones enzimáticas que aportan energía a las células para su correcto funcionamiento.
B3 y barrera cutánea
La niacinamida puede estabilizar la función de la barrera cutánea regulando la producción de queratina, estimulando la síntesis de ceramidas y la renovación cutánea [3]. De esta forma, la barrera cutánea se fortalece y reduce la pérdida de agua transepidérmica, mejorando así su hidratación [3].
B3 para una tez de aspecto juvenil y uniforme
Estudios clínicos han demostrado que la aplicación tópica de niacinamida al 4-5 % mejora la apariencia de la piel en diversos aspectos, incluyendo líneas de expresión y arrugas, textura, manchas de hiperpigmentación e imperfecciones, además de aumentar la elasticidad y reducir los poros [4]. Esto da como resultado una tez general suave y uniforme.
B3 disminuye la inflamación
Se ha demostrado que la nicotinamida reduce la producción de mediadores y moléculas inflamatorias inducidas por la exposición a los rayos UV o implicadas en el desarrollo del acné [4].
Usos:
Se encuentra principalmente en sueros, cremas y protectores solares.
En los ingredientes se enumeran como
Niacinamida.
3.
PROVITAMINA B5
La provitamina B5 se conoce comúnmente como D-pantenol, un precursor de la vitamina B5.
B5 hidrata la piel
El D-pantenol tópico actúa como un agente humectante, capaz de mejorar la hidratación de la piel, reduciendo la pérdida de agua transepidérmica y manteniendo la suavidad y elasticidad de la piel [5].
B5 repara la piel
El D-pantenol puede estimular la reepitelización de la piel con tejido nuevo, un factor clave en la cicatrización de heridas. En concentraciones del 2 al 5 %, puede estimular la regeneración de la piel humana lesionada [5].
Además, se ha demostrado que tiene un efecto antiinflamatorio sobre la irritación inducida por los rayos UV [5].
Usos:
En sueros y cremas calmantes o hidratantes. También se añade a fórmulas para después del sol o productos para después del afeitado para reparar la piel.
En los ingredientes enumerados como
Pantenol.
4.
VITAMINA C
La vitamina C, también conocida como ácido L-ascórbico, se ha convertido en un ingrediente indispensable en cualquier rutina de cuidado de la piel. Se utiliza en cosmética por sus múltiples beneficios, siendo reconocida principalmente como la molécula ideal para una piel radiante.
La vitamina C como agente antioxidante
Es el antioxidante más abundante en la piel humana y forma parte de un complejo sistema antioxidante que actúa como defensa cutánea contra los radicales libres producidos [6] por la exposición a la luz ultravioleta o la contaminación. Dado que la exposición a la luz ultravioleta reduce la cantidad de vitamina C disponible en la piel [6], su aplicación tópica es clave para reponerla.
La vitamina C en la fotoprotección
La luz ultravioleta puede dañar las células cutáneas alterando su ADN, membranas y proteínas celulares, incluido el colágeno [6]. También induce la producción de enzimas que degradan el colágeno y aumenta la cantidad de mediadores que contribuyen a la inflamación y el envejecimiento cutáneo [6]. La vitamina C puede ayudar a neutralizar estos efectos perjudiciales y proteger contra el fotodaño.
En estudios clínicos, se ha demostrado que la vitamina C reduce el daño de las quemaduras solares [7], y se le atribuye el mérito de potenciar la eficacia de los protectores solares para mejorar la protección UV [6].
La vitamina C aumenta la producción de colágeno.

Las investigaciones han revelado que la vitamina C es una molécula esencial que estimula la biosíntesis de colágeno mediante diversos mecanismos. Puede ayudar a las enzimas responsables de estabilizar y reticular las moléculas de colágeno, así como estimular la expresión y transcripción de sus genes [6]. De esta manera, la vitamina C es un aliado en la reducción de los signos del envejecimiento, como las arrugas y las líneas de expresión.
Vitamina C y luminosidad
También puede mediar un efecto antipigmentante al bloquear la enzima tirosinasa, responsable de la producción de melanina en la piel [6]. De esta manera, puede ayudar a unificar el tono de la piel y reducir las manchas oscuras.
Usos:
Se presenta en sueros, lociones, cremas y aceites que afirman principalmente aclarar y reducir las manchas oscuras. También se encuentra en formulaciones de protectores solares, como el protector solar Garnier UV Matte Brightening SPF50+ PA+++. Normalmente se combina con vitamina E para potenciar su acción antioxidante.
En los ingredientes enumerados como
Fosfato de ascorbilo de sodio, fosfato de ascorbilo de magnesio, glucósido de ascorbilo, ácido 3-O-etil ascórbico, palmitato de ascorbilo, tetraisopalmitato de ascorbilo.
5.
Vitamina E
La vitamina E, conocida como tocoferol, se ha utilizado en productos para el cuidado de la piel durante más de 50 años [1]. Sus beneficios cosméticos se atribuyen a sus propiedades antioxidantes superiores.
La vitamina E y sus efectos antioxidantes
La principal función fisiológica atribuida a la vitamina E es contribuir a las defensas antioxidantes y proteger la piel del estrés oxidativo inducido por factores ambientales, como la luz ultravioleta y la contaminación. Su capacidad antioxidante para neutralizar los radicales libres y formar parte de las estructuras lipídicas de la piel convierte a la vitamina E en una molécula ideal para combatir el envejecimiento cutáneo [1]. La mayoría de las cremas antiedad de venta libre contienen entre un 0,5 % y un 1 % de vitamina E [8].
Otros beneficios para la piel
Las investigaciones también indican que la vitamina E muestra propiedades fotoprotectoras (principalmente cuando se combina con vitamina C), reafirmantes e hidratantes, además de mejorar la elasticidad, la estructura y la suavidad de la piel [1].
Usos:
Puede ser parte de casi cualquier producto para el cuidado de la piel, incluidas cremas humectantes, sueros, mascarillas, tónicos, aceites, limpiadores, jabones corporales, bálsamos labiales, protectores solares y más.
En los ingredientes enumerados como
Tocoferol, acetato de tocoferilo.
6.
Vitamina F
A pesar de su nombre, la vitamina F no es técnicamente una vitamina. La "F" del nombre se refiere a "grasas", ya que es la combinación de dos ácidos grasos poliinsaturados esenciales: el ácido linoleico (omega-6) y el ácido α-linolénico (omega-3).
La vitamina F en la función de barrera de la piel
Los ácidos linoleico y α-linolénico son dos de los principales componentes de la barrera cutánea. Junto con las ceramidas y el colesterol, estos ácidos grasos funcionan como
emolientes
, ayudando a formar el “cemento intercelular”, una especie de líquido graso capaz de actuar como un “pegamento” que mantiene unidos a los corneocitos (células de la capa externa de la piel), preservando la estructura de la piel.
Con dicho cemento intracelular, la piel puede mantener su función de barrera efectiva, limitando la pérdida de agua transepidérmica,
asegurar la hidratación de la piel
y protección contra factores externos [1].
Usos:
En forma de aceites o lociones/cremas con vitamina F o complejos omega. Un ejemplo popular es la mascarilla facial de agua con electrolitos F-Balm de Drunk Elephant.
En los ingredientes se enumeran como
Ácido linoleico y ácido linolénico. Sin embargo, a veces pueden formar parte de diferentes aceites de semillas vegetales mencionados.
LA CONCLUSIÓN
La aplicación tópica de productos para el cuidado de la piel ricos en vitaminas puede mejorar la condición de la piel de muchas maneras. Las vitaminas participan en numerosos procesos metabólicos y fisiológicos para mantener el correcto funcionamiento de las células cutáneas, así como para preservar su estructura y sus defensas. Por lo tanto, las vitaminas se convierten en ingredientes esenciales en cualquier rutina de cuidado de la piel. Elegir la(s) adecuada(s) dependerá del problema de piel específico que desee tratar, pero una cosa es segura: simplemente dígala y le aseguramos que encontrará una vitamina (o varias) que le ayudará.
REFERENCIAS
[1] Michalak, M., Pierzak, M., Krecisz, B. y Suliga, E. (2021). Compuestos bioactivos para la salud de la piel: Una revisión. Nutrients , 13 (1), 203. https://doi.org/10.3390/nu13010203
[2] Zasada, M. y Budzisz, E. (2019). Retinoides: moléculas activas que influyen en la formación de la estructura cutánea en tratamientos cosméticos y dermatológicos. Postepy Dermatologii I Alergologii , 36 (4), 392–397. https://doi.org/10.5114/ada.2019.87443
[3] Gehring, WJ (2004). Ácido nicotínico/niacinamida y la piel. Journal of Cosmetic Dermatology , 3 (2), 88–93. https://doi.org/10.1111/j.1473-2130.2004.00115.x
[4] Boo, YC (2021). Bases mecanicistas y evidencia clínica de las aplicaciones de la nicotinamida (niacinamida) para controlar el envejecimiento y la pigmentación de la piel. Antioxidantes , 10 (8), 1315. https://doi.org/10.3390/antiox10081315
[5] Ebner, F., Heller, A., Rippke, F. y Tausch, I. (2002). Uso tópico de dexpantenol en trastornos cutáneos. American Journal of Clinical Dermatology , 3 (6), 427–433. https://doi.org/10.2165/00128071-200203060-00005
[6] Telang, PS (2013). Vitamina C en dermatología. Revista India de Dermatología en Línea , 4 (2), 143. https://doi.org/10.4103/2229-5178.110593
[7] Ravetti, S., Clemente, CM, Brignone, SG, Hergert, LY, Allemandi, DA y Palma, SD (2019). Ácido ascórbico en la salud de la piel. Cosméticos , 6 (4), 58. https://doi.org/10.3390/cosmetics6040058
[8] Keen, MA, y Hassan, I. (2016). Vitamina E en dermatología. Indian Dermatology Online Journal , 7 (4), 311. https://doi.org/10.4103/2229-5178.185494