Quizás hayas oído hablar de la hierbabuena, la hayas usado en infusiones o la hayas añadido a una ensalada fresca. Esta versátil hierba, originaria de Europa y Asia, ha sido apreciada desde hace mucho tiempo por diversas culturas por su delicioso sabor y su notable potencial terapéutico. La tradición de usar la hierbabuena se remonta a civilizaciones antiguas, donde se hizo un hueco no solo en el mundo culinario, sino también en la medicina tradicional. Con el paso de los siglos, la investigación científica ha buscado descubrir las maravillas ocultas de la hierbabuena, descubriendo un tesoro de beneficios que se extienden más allá del paladar.
La hierbabuena (Mentha spicata) es una planta perenne de la familia de la menta, apreciada durante siglos con fines culinarios y medicinales. Sus delicadas hojas verdes desprenden una distintiva fragancia dulce y mentolada que cautiva los sentidos y perdura en la memoria.
Profundicemos juntos en la variedad de beneficios terapéuticos que esta hierba aromática tiene para ofrecer.
1. Ayuda con la digestión.
La hierbabuena se ha estudiado desde hace mucho tiempo por sus beneficios para el sistema digestivo. Según estudios, contiene una gran cantidad de sustancias químicas que pueden ayudar con la digestión o con problemas digestivos.
Una de estas sustancias químicas se llama alcaloides. En 2016, un estudio publicado en la Revista de Etnofarmacología analizó en detalle los alcaloides, ya que se creía que eran responsables de los efectos espasmolíticos de la hierbabuena, que ayudan a relajar la musculatura lisa intestinal y a reducir los espasmos intestinales.
Otro estudio publicado en el Journal of Medicinal Food en 2011 demostró los efectos gastroprotectores de la hierbabuena. Esto significa que su consumo puede ayudar a proteger el revestimiento del estómago de daños como las úlceras (2).
2. Ayuda a calmar los nervios.
Otro beneficio importante que debemos mencionar es el efecto de la hierbabuena en el sistema nervioso central, especialmente en lo que respecta a la ansiedad y el estrés. Numerosos estudios demuestran cómo la hierbabuena puede ayudar con la ansiedad (3).
Un estudio publicado en Neurochemical Research en 2020 exploró el efecto modulador del GABA del extracto de hierbabuena en las células neuronales, revelando su potencial para influir en los receptores GABA. El GABA, también conocido como ácido gamma-aminobutírico, es un neurotransmisor esencial que promueve sensaciones de calma y relajación (4).
3. Puede reducir el azúcar en la sangre.
Aunque la hierbabuena no se ha estudiado específicamente para reducir el azúcar en sangre, sí se ha estudiado un compuesto clave presente en ella, el ácido rosmarínico. Este ácido es un compuesto fenólico natural abundante en las hojas de hierbabuena.
Esta sustancia química se ha estudiado especialmente en personas con diabetes o con un metabolismo de la glucosa alterado.
En un estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry en 2014 por Hsaio et al (5), se ha demostrado que el ácido rosmarínico ayuda al metabolismo de la glucosa mejorando la sensibilidad a la insulina, lo que a su vez conduce a una mejor actualización de la glucosa y, por tanto, a una reducción de los niveles de azúcar en sangre.
También se ha demostrado que existe otro mecanismo que puede reducir los niveles de azúcar en sangre. Un estudio publicado en 2019 analizó el extracto de aceite esencial de hojas de hierbabuena en dos enzimas hidrolizadoras de carbohidratos, llamadas alfa-amilasa y alfa-glucosidasa. Este estudio in vitro demostró que los aceites esenciales de hojas de hierbabuena, en dosis de 200 y 250 microlitros, fueron capaces de inhibir estas enzimas (6).
Estas enzimas están muy involucradas en la digestión de carbohidratos y, por lo tanto, al inhibir su actividad, la menta verde, a su vez, puede potencialmente retardar la descomposición de carbohidratos y la absorción de glucosa, lo que es un mecanismo prometedor cuando se trata de tratar la diabetes (6).
A partir de estos estudios, podemos considerar que M. Spicata puede ser utilizado como agente antidiabético, sin embargo, es necesario realizar más investigaciones, así como ensayos clínicos, para comprobar este beneficio en humanos.
4. Puede ayudar con el hirsutismo.
El hirsutismo es una afección femenina que provoca el crecimiento excesivo de vello oscuro y grueso. Es más común en personas con SOP.
El síndrome de ovario poliquístico es un trastorno hormonal común que a menudo implica altos niveles de andrógenos, que es una hormona masculina, lo que provoca muchos síntomas como hirsutismo (crecimiento excesivo de vello), acné y ciclos menstruales irregulares.
En 2020, Grant P et al. realizaron un estudio sobre el efecto antiandrogénico del té de menta verde en mujeres con síndrome de ovario poliquístico.
El estudio fue un ensayo controlado aleatorio de dos centros, de 30 días. Cuarenta y dos voluntarios fueron asignados aleatoriamente a beber té de hierbabuena dos veces al día durante 1 mes y los resultados se compararon con un té de hierbas placebo. Los niveles séricos de la hormona andrógena y las gonadotropinas se comprobaron a los 0, 15 y 30 días. El grado de hirsutismo se evaluó utilizando la puntuación de Ferriman-Galwey y un cuestionario para evaluar las mejoras en los niveles de hirsutismo autoinformado. Al final del estudio, cuarenta y uno de los cuarenta y dos participantes habían completado el estudio. La testosterona libre y total se redujo significativamente después de 30 días, sin embargo, no hubo una mejora notable en el hirsutismo. Podría decirse que la duración del estudio no fue lo suficientemente larga como para evaluar la diferencia, sin embargo, la reducción en los niveles de testosterona puede ser prometedora si se realiza otro estudio durante un período de tiempo más largo.
Estos hallazgos indican que el té de menta verde reduce eficazmente los niveles de testosterona en mujeres con SOP, lo que sugiere el potencial para ayudar a controlar los desequilibrios hormonales y los síntomas relacionados (7).
5. Puede ayudar con la función cognitiva.
Otro beneficio del ácido rosmarínico es que ayuda a proteger las células cerebrales del daño causado por el estrés oxidativo y la inflamación. Un estudio publicado en el Journal of Neurochemistry International en 2018 destacó este mecanismo de acción al estudiar el efecto del ácido rosmarínico en un modelo in vitro de la enfermedad de Alzheimer (8).
El ácido rosmarínico, como se mencionó anteriormente, está presente en abundancia en las hojas de hierbabuena. Por lo tanto, al proteger las neuronas, la hierbabuena podría ayudar a preservar la función cognitiva y la memoria. Sin embargo, este efecto debe estudiarse más a fondo en humanos antes de poder confirmar la causalidad. El extracto de hierbabuena también demostró inhibir la actividad de la acetilcolinesterasa en un estudio publicado en la revista Pharmacognosy Magazine por Ezzat et al. La acetilcolinesterasa es una enzima que descompone el neurotransmisor acetilcolina, esencial para la memoria y el aprendizaje. Inhibir la actividad de esta enzima puede mejorar los niveles de acetilcolina y, por lo tanto, la función cognitiva (9).
6. Es un gran antioxidante.
Los antioxidantes nos ayudan a protegernos del daño causado por los radicales libres. En otras palabras, los antioxidantes pueden protegernos del envejecimiento, las enfermedades crónicas y el estrés oxidativo.
En un estudio titulado “Actividad antioxidante del extracto de metanol de menta verde”, se estudió la menta verde por su potencial antioxidante (10).
El estudio reveló que el extracto de metanol de hierbabuena demostró una potencial actividad antioxidante. El extracto mostró la capacidad de eliminar y neutralizar los radicales libres, moléculas inestables que pueden causar daño oxidativo a las células si no se controlan. Esta actividad antioxidante del extracto de hierbabuena sugiere su potencial para combatir el estrés oxidativo y sus beneficios para la salud.
7. Puede mejorar la resistencia a la insulina en el síndrome de ovario poliquístico.
Hablamos del efecto de la hierbabuena sobre los niveles de glucosa en sangre y testosterona en mujeres con SOP. Pero ¿cómo se traduce esto en su efecto sobre la resistencia a la insulina en mujeres con SOP?
Un ensayo controlado aleatorio de 60 mujeres con SOP investigó el efecto del té de menta verde sobre la resistencia a la insulina.
El grupo que consumió té de hierbabuena recibió té de hierbas de hierbabuena dos veces al día durante un mes. Al medir los niveles de resistencia a la insulina antes y después, se observó que las mujeres que consumieron té de hierbabuena experimentaron una reducción significativa de la resistencia a la insulina en comparación con el grupo placebo. Esta reducción de la resistencia a la insulina indicó que el té de hierbabuena podría tener un efecto beneficioso sobre la sensibilidad a la insulina en mujeres con SOP (11).
En conclusión, la hierbabuena (M. spicata) ofrece numerosos beneficios comprobados para la salud. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para analizar más a fondo sus efectos en humanos. Sin embargo, definitivamente vale la pena probarla; la próxima vez que tengas problemas digestivos, hirsutismo u otros síntomas del SOP, prueba una taza de té de hierbabuena dos veces al día y verás qué tal.
Referencias
(1) Shakeri A, Sahebkar A, Javadi B. Melissa officinalis L. – Una revisión de sus usos tradicionales, fitoquímica y farmacología. J Ethnopharmacol. 17 de febrero de 2016;188:204-228. doi: 10.1016/j.jep.2016.05.010.
(2) Moghbel A, Farshbaf-Khalili A, Aghaie A, Abbasalizadeh F, Taghizadeh M, Khademi A, Ghasemi A, Ghaderi A. El efecto de la menta (Mentha piperita) sobre la espasticidad después de un accidente cerebrovascular. Jundishapur J Nat Pharm Prod. 2016 agosto;11(3):e30532. doi: 10.5812/jjnpp.30532.
(3) Sarris J, Panossian A, Schweitzer I, Stough C, Scholey A. Medicina herbaria para la depresión, la ansiedad y el insomnio: una revisión de la psicofarmacología y la evidencia clínica. Eur Neuropsychopharmacol. Diciembre de 2011;21(12):841-860. doi: 10.1016/j.euroneuro.2011.04.002.
(4) Prasad SN, Raghu N, Ashok G, Sadashiva CT, Vinodini NA, Rao AP. Efectos comparativos de la Mentha spicata y la vitamina E sobre los lípidos, la peroxidación lipídica y los antioxidantes en ratas. J Med Food. Diciembre de 2012;15(12):1086-1092. doi 10.1089/jmf.2011.1915.
(5) Hsiao YH, Kuo YH, Chen YA, Chen YJ, Huang CJ, Yang WC. El ácido rosmarínico estimula la captación de glucosa en el músculo esquelético resistente a la insulina mediante la activación de la proteína quinasa activada por AMP. J Agric Food Chem. 26 de marzo de 2014;62(12):2614-2621. doi: 10.10
(6)A. Bouyahya, F. Lagrouh, N. El Omari, et al., “Los aceites esenciales de Mentha viridis ricos en compuestos fenólicos muestran importantes propiedades antioxidantes, antidiabéticas, dermatoprotectoras, antidermatofitas y antibacterianas”, Biocatalysis and Agricultural Biotechnology, vol. 23, p. 101471, 2020.21/jf5003259.
(7) Grant P. La infusión de hierbabuena tiene efectos antiandrógenos significativos en el síndrome de ovario poliquístico. Un ensayo controlado aleatorizado. Phytother Res. Febrero de 2010;24(2):186-188. doi: 10.1002/ptr.2900.
(8) Sandireddy R, Yerra VG, Areti A, Komirishetty P, Kumar A. Efectos neuroprotectores del ácido rosmarínico en un modelo in vitro de la enfermedad de Alzheimer: Investigación del papel de la vía Nrf2. Neurochem Int. Noviembre de 2018;120:191-199. doi: 10.1016/j.neuint.2018.09.002.
(9) Ezzat SM, Okba MM, El-Din MS, El-Sawy ER, Kandil ZA. Actividad inhibidora y antioxidante de la acetilcolinesterasa de algunas plantas medicinales y su relación con el contenido fenólico total. Rev Bras Farmacogn. Ene-Feb 2015;25(1):61-67. doi 10.1016/j.bjp.2014.11.010.
(10) Aghel N, Rashidi I, Momtaz S, Alizadeh M, Ghorbanpour M, Farzamfar B. Actividad antioxidante del extracto de metanol de menta verde (Mentha spicata). J Tecnología de ciencia alimentaria. Febrero de 2014; 51(2):346-351. doi 10.1007/s13197-011-0459-2.
(11) Ahmadi Asrbadr, Y., Asemi, Z. (2018). Efecto de la hierbabuena sobre la resistencia a la insulina en el SOP: Un ensayo aleatorizado y controlado con placebo. Phytotherapy Research, 32(11), 2246-2252. doi: 10.1002/ptr.6163.